El valor de hacer lo correcto, si cabe, con elegancia

14.04.2021


El valor de hacer lo correcto, si cabe, con elegancia porque han sido tantas las veces que no he sabido actuar con esa elegancia que se corresponde a un perdón, un soltar sin que nada para sanar quede pendiente que, creo, ya es hora de cambiar para mejor...

Hay algo que te puede animar en momentos de dudas y es que, en todas las etapas de tu vida, tuviste que tomar decisiones difíciles o que te costaban un poco, tal vez, te llevó lo suyo conseguir aclararte sobre qué hacer y cómo hacerlo. Pero, finalmente, siempre hiciste algo.

Siempre diste un paso adelante por más insignificante que fuera, toma eso como referencia

Lo que sucede es que, cuando se trata de cosas, situaciones o personas a las que estamos más apegados, cuesta mucho más, sobre todo, si hay una especie de atadura, tal vez, compromiso de acción en comunidad bien porque sea un equipo de trabajo, una familia, un grupo de amigos..., es normal que cueste más de lo que uno desearía.

No te sientas mal por tener que dejar algo que ya tuvo su tiempo, ya dejó un aprendizaje y la mayor honestidad que puedes hacer contigo mismo y con los demás es dar el siguiente paso, aunque eso implique dejar lo que hasta ahora habías estado haciendo. Si no hicieras lo que sientes que corresponde hacer en cada momento de tu vida, nada en tu vida cambiaría, al menos no por tu propia decisión, serías marioneta de lo que otros (o el mundo en general) te dijeran que tendrías que cambiar.

A veces, en la vida hay que dejar que las cosas vayan cayendo por su propio peso. Llevas el carro de tus vivencias, personajes, posesiones, pensamientos, creencias, miedos..., demasiado cargado, pero estate seguro de que todo lo que vaya cayendo a lo largo del camino es porque no lo vas a necesitar para tu destino final o, como mínimo, para el siguiente paso en tu vida, sólo ha formado parte de un momento de ésta, sea cual sea y, 

si se cae, es porque tiene que ser así ¿no crees?

Suelta lo que no es necesario en estos momentos de tu vida y estate atento a tus mayores prioridades, AHORA, porque es lo único que necesitas en este preciso momento, lo demás ya se irá viendo. Recuerda que no siempre puedes estar de acuerdo con todos, mucho menos seguir las recomendaciones de todos, has de tomar tus propias decisiones, piensen lo que piensen los demás y aunque esperasen algo diferente de ti. Si no sabes aceptar eso y los demás tampoco, entonces formas parte de vivencias y relaciones egoístas que no respetas ni respetan la libertad de elección pero, lo que es más importante, el derecho a cambiar de camino, cambiar de opinión, a seguir un propósito mayor. Se trata de seguir a tu corazón, tan sencillo como eso, ya tengas que salirte de la carretera por la que ibas, dejar atrás lo que estabas haciendo porque ya no te convence, pero tuviste que probar. Todos, absolutamente todos, tenemos que hacer eso en algunos momentos de nuestra vida.

Procesos del destino, alinéate con lo que de verdad sientes y para ello tendrás que aclararte. Vive lo que tengas que vivir, pero decide cuando tengas que hacerlo, no dejes para mañana lo que puedes elegir hoy y que, además, te conviene que así lo hagas. No lo alargues más si sientes que ya es el momento. Lo que sí puedes practicar es cuál sería la mejor forma, la más bella actitud para tomar, tal que, lo manifiestes de una manera más o menos elegante, eso alivia el dolor que pudiera causar, incluyendo el tuyo propio. La compasión y comprensión de que no todos lo van a entender, no puedes estar de acuerdo con todos ni todos lo estarán contigo.

Tu corazón es la base donde anida tu verdadero ser 

y es quien puede ayudarte a transformar lo duro y que pinta feo en algo más armonioso y suave, pese a lo que aparente. Suavizar las cosas es bueno para la salud emocional de todos y el exceso de drama sólo hace más daño. Darle más importancia de la que tiene lo empeora o el insistir en algo que no tiene razón de ser, ya sea una opinión, la inclinación hacia algo o hacia alguien, una actitud..., vete tú a saber la de cosas que no necesitamos pensar, decir ni hacer, es como una lucha sin sentido.

Todo es un aprendizaje, sigue animándote a aprender las lecciones porque eso traerá mucha paz a tu vida. Suelta las mochilas que no son tuyas ni nadie te pidió que llevaras y verás como, según camines, así irán llegando las personas, cosas, situaciones a tu vida. Aprende de ellas y no te apegues, o no más de lo necesario, a lo único que puedes aferrarte, si se puede interpretar así, y que no te dañará es a los deseos de tu corazón guiados por tu alma, la que debería tener las riendas de tu vida si quieres sufrir menos y hacer lo correcto, pero no te juzgues, estás aprendiendo como yo y todos los demás, todo tiene su tiempo.

Confiar, imprescindible. Aprender a confiar en nuestros más íntimos instintos que vienen de nuestro corazón, de una buena razón y un buen deseo.

No estás solo en este mundo, tus seres están contigo y tu comunidad también es la de tu alma, no sólo la de la tierra o aquellos con los que te criaste, tal vez, ni siquiera has encontrado las personas adecuadas para tu propósito de vida, así es que, empieza a mirar desde los deseos de tu corazón tomando las decisiones que te competen ahora, en este justo momento de tu vida, no las dejes para el futuro pensando que alguien vendrá a tomarlas por ti, sé valiente y confía cuando veas que ya ha llegado el momento.

Suelta con amor y empieza de nuevo,

eres el único que puede transformar tus experiencias en aquello que realmente deseas y, recuerda, todo es por y para algo.




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